Una tarde hace varios meses leí en un diario digital lo siguiente “las grandes potencias atraviesan una crisis financiera pero su verdadero patrimonio subyace en las aulas de las academias donde se forjan los Nobel de mañana, donde palpitan los gigantes de las artes y la literatura, allí en sus aulas, en sus teatros, en sus escuelas, en sus habitaciones donde hoy cuelgan poster de celebridades junto a algún artilugio de la tecnología, allí está el capital que generará Producto Interno Bruto mañana. Donde todos buscan materia prima para proteger sus capitales, allí está la materia prima más valiosa de todos los tiempos, el talento humano”. Así comprendí la realidad de nuestros tiempos, las naciones no son grandes por su economía o sus políticos y soldados, la economía, los soldados y los políticos, son grandes porque han sido grandes ciudadanos, hijos de grandes hombres y mujeres, padres de valiosos seres humanos. La economía, los soldados y los políticos, los genios de la ciencia y los amos de la economía están en las aulas, en sus hogares, en sus habitaciones divagando entre lo que quieren, lo que desean y lo que necesitan, pero una vez dilucidada su senda, son ellos, ustedes, los estudiantes universitarios, las potencias del mañana. A ustedes mis estudiantes, y a todo aquel que lea estas líneas, feliz día del estudiante universitario. Segura estoy que los grandes líderes están entre ustedes. Todo honor y toda honra.
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